Una amistad más allá de las palabras
Barcelona, España – La relación entre Pablo, un español jubilado, e Hiroshi, un turista japonés empezó con una conversación con gestos y frases cortas y ahora es una verdadera amistad.
Hiroshi llegó a Barcelona con un español básico y un gran interés por la cultura local. Un día, mientras intentaba pedir un café en un pequeño bar del Barrio Gótico, conoció a Pablo. Pablo notó su dificultad con el idioma y decidió ayudarlo.
Con palabras sencillas y dibujos, empezaron a entenderse. ¡Y se rieron mucho! Pablo sabía algunas palabras en japonés gracias a su nieto. Decidió enseñarle español a Hiroshi a cambio de aprender algo de japonés. Sus reuniones en la cafetería se convirtieron en una rutina diaria con clases improvisadas y, con el tiempo, largas conversaciones sobre sus vidas, familias y pasiones.
«Al principio, nos entendíamos más por gestos y expresiones de la cara que por palabras, pero poco a poco, aprendimos juntos. Ahora, no solo tengo un nuevo amigo, sino también una nueva cultura en mi vida», dice Pablo con una sonrisa.
Hiroshi inicialmente pensó que su estancia en Barcelona sería corta. Luego decidió extenderla unos meses más para seguir disfrutando de la compañía de su amigo. «Pablo me ha enseñado mucho más que español. Me ha enseñado a comunicarme con el corazón», dice emocionado.